Antes de ser humanas




Instalación
Tela de algodón teñida con polvo de magnetita, cristales de magnetita, poema

Estos textiles son el resultado de un proceso alquímico de cocción de polvo de piedra de magnetita, en el que el tiempo, la humedad y el entorno hacen acto de presencia modificando el resultado.


















Flujos imperceptibles / Neprimjetni tok / Elusive Flow
Gallery Nova
Comisariada por: Martina KontoŠiĆ

7 a 23 de Abril 2022, Zagreb

Fotografías: Sorcha & Mcnamara



Antes de ser humanas fuimos fuego.
Dormíamos en el centro del mundo donde nació la imposibilidad del silencio.
Rugimos tan fuerte que explotamos la piel de Gaia.
Antes de ser humanas fuimos rocas incandescentes.
Dormíamos tan juntas que se pensaban que no estábamos vivas.
Rugimos tan fuerte que quemamos la piel de Gaia.
Antes de ser humanas fuimos bacterias.
Despertamos con tanta hambre que devoramos a Gaia.
Antes de ser humanas fuimos alquimia y gases tóxicos.
Antes de ser humanas fuimos algas.
Eramos tantas que volvimos verde la piel del mundo.
Antes de ser humanas fuimos hongos y tejimos mantos de nuestras pieles para estar siempre juntas.
Antes de ser humanas fuimos un árbol intentando volver al centro de la tierra y de tocar el sol al mismo tiempo.
Antes de ser humanas somos el recuerdo del fuego.
Antes de ser humanas somos una roca en el centro del cráneo para volver al centro del mundo.
Antes de ser humanas somos una roca incandescente surcando los ríos debajo de la epidermis.
Antes de ser humanas somos magnetos que recuerdan el micelio que una vez tejimos juntas.
Antes de ser humanas somos el nacimiento y la muerte permanente de una célula.
Antes de ser humanas somos la imposibilidad del silencio y el rugido incesante del mundo en el pecho.
Antes de ser humanas somos una piel verde sobre la tierra.
Antes de ser humanas somos nuestra potencia de vida disputando la potencia de muerte de las que olvidaron el fuego, las rocas, las bacterias, las algas y los hongos que fueron siendo.
El olvido somos sequía. El olvido somos monocultivo. El olvido somos ríos muertos.
Ahora que somos humanas nos nacen aletas, branquias y filamentos de magnetita. Nos mezclamos y nos atravesamos descorporeizadas, todas juntas pegadas por las bocas y por los ombligos. Nos prestamos los órganos. Somos legiones de escoria dislocada.
Nos movemos con el fuego conectado desde el cráneo hasta el centro de la tierra. Somos una erupción. Olas bacterianas comiéndonos las metrópolis industriales del primer mundo y royendo sus máquinas. Nos imantamos a los teléfonos móviles y a los anillos de diamantes, a los cables de luz y a las computadoras para hundirlos con nosotras a un continente oxidado bajo el agua donde viven nuestras hermanas, las deprimidas que se alimentan de litio y de hierro.
Somos una fractura que no sanó nunca.
Somos el cuidado de la cicatriz y la fragilidad rabiosa de esa piel.
No sabemos el sonido del dislocamiento pero tenemos en el cráneo el sonido del rugir del centro de la tierra.
Olvidamos a dónde volver.  
Hay que inventarlo todo.


Enlaces

Ver + en la web de Gallery Nova




©
Barcelona, España